Soy Maxi de Martínez, tengo 22 años y soy usuario frecuente del esxquisito tren TBA.
La siguiente experiencia es la que hizo determinante mi odio hacia esta emprecita que se maneja como un almacén:
Un jueves 7:15 de la mañana voy a la boleteria de la estación La Lucila a pagar el boleto de 70 centavos con un billete de $50 ya que era el único que tenia. "Uh flaco, $50 pesos a esta hora noooooo, ¿a dónde vas? ¿a Retiro? Comprá el boleto allá."
Me sonó bastante lógico. Yo tenía un billete grande muy temprano en la mañana, así que opté por hacerle caso. Pasa el tren, lleno a más no poder y un aire (o vapor) completamente viciado, tomo carrera, inflo el pecho y corro hacia la puerta hasta entrar.
Hasta ahora, ninguna de todas estas malas condiciones me sorprendían, eran las vivencias comunes y corrientes de un usuario del tren.
Puesto un pie en Retiro fui a la boletería, aproximadamente las 8 de la mañana, a pagar mi boleto con mi billetote de otra galaxia, al parecer. "No flaco, me matás!! No tengo cambio, NO PODES PAGAR CON $50!!!!" Me acerque a un supervisor (que se estaba sacando los mocos) tal como fui indicado por el "boletero".
Y ahora voy a ser un poco más delicado a la hora de redactar los diálogos:
Maxi: - Hola, mira, fui a comprar un boleto con 50 y no me lo quieren vender, quehago?
Supervisor: -No Flaco, no podes comprar un boleto con $50
M: -Si, mira.si puedo. Pero, que hago? Yo quiero comprar mi boleto e irme a la facultad que se me hace tarde.
S: -Pedile cambio al quiosquero o al que vende churros
Explote, no creía estar escuchando lo que escuche. Mientras, se seguía sacando los mocos.
Resumiendo, no le pedí cambio a gente que tiene trabajos más dignos, sino que opté por hablar con otro empleado de TBA. Al parecer, es política de la empresa empezar con "No flaco" e insistir con sacarle el cambio a los tipos que tienen puestitos en Retiro ya que varios me contestaron lo mismo. Incluso, uno me dijo "Quién te crees que sos que queres pagar con $50??" Me di cuenta que la conversación se estaba yendo por las ramas y elegí hacer justicia por mano propia, elegantemente me di vuelta y salte los molinetes haciendo un gesto de "chiva, chiva". Y me fui.
Hoy por hoy, no pago mas el boleto, me di cuenta que es exactamente lo mismo, me las ingenio para eludir al más bajo control que tienen sobre esto. Es evidente que no les interesa tanto.
Esa es mi inocente experiencia.
Maxi