4.9.08

Los dueños de TBA, envueltos en una nueva polémica

En momentos en que el Gobierno piensa que, después del acuerdo con el Club de París, pueden llegar los 4000 millones de dólares para el tren bala, la situación del sistema ferroviario vuelve a generar polémica entre los usuarios.

Hoy los pasajeros, fastidiosos por los recurrentes retrasos y la falta de calidad del servicio, destrozaron formaciones en Castelar y Merlo. Pero, quiénes son los dueños de la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA), que maneja la concesión de las líneas Sarmiento y Mitre, entre otras, desde mayo de 1995.

Esta empresa, propiedad de la familia Cirigliano, posee también el Grupo Plaza de colectivos y los talleres ferroviarios Emfer. Entre los ramales Mitre y Sarmiento concentran el 40% del movimiento de pasajeros de los trenes metropolitanos.

El grupo Cirigliano, como casi todas las empresas de transporte del país, recibe mensualmente millonarios subsidios para contener lo que ha sido una de las obsesiones desde que Néstor Kirchner llegó a la Casa Rosada: el precio del boleto de colectivo y de los trenes, que fue retocado en enero por primera vez en siete años.

Según la última información disponible en el sitio web de la Secretaría de Transporte que conduce Ricardo Jaime, recibió en junio último subsidios por 11.929.321,50 de pesos. Por otro lado, según el portal de TBA, la empresa lleva hoy, entre las dos líneas y con un servicio saturado, 191,6 millones de personas. En 1998, viajaban 194 millones de usuarios.
La denuncia de Mata. Pero Cirigliano suena en uno de los más cercanos escándalos oficiales. A mediados de junio, el ex accionista de Aerolíneas Argentinas, Antonio Mata, denunció al secretario de Transporte, Ricardo Jaime, por un supuesto pedido de coimas.
La historia fue así. Mata quería volver a surcar los cielos argentinos con una nueva empresa, Air Pampas, que tiene todo listo para volar, menos el permiso y las rutas, cuya asignación depende de Jaime.

Según relató Mata a la revista Noticias, un "emisario" de Jaime -Mata lo identifica como Manuel Vázquez, "asesor y muy amigo de Jaime"- le exigió que, para empezar a volar con su firma tenía que "poner seis millones de dólares por Safe Flight".

Los dueños de Safe Flight son los hermanos Claudio y Mario Cirigliano de cuyos bolsillos salen, desde enero de 2006, los salarios para los empleados de Safe Flight, muchos de los cuales provienen de la cerrada Southern Winds.

Nota Completa
La Nación - 04 Sep 2008

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